sábado, marzo 10, 2018

Energúmeno con botas



















Uno de los peores males que ha azotado a México es el de sus presidentes. Salvo honrosas y momentáneas excepciones, todos o casi todos han tenido dos características: dejar al país peor de lo que lo recibieron y dejar sus finanzas personales mejor, mucho mejor que como estaban antes de que aterrizaran en el más alto cargo de la nación. Sumado a esto, la mayoría no ha renunciado a la pensión vitalicia que en teoría sirve para asegurar que no anden haciendo desfiguros como ex mandatarios. Obviamente, tanto el enriquecimiento inexplicable como la partida jubilatoria son dos obscenidades que sólo pueden explicarse por la ruta del cinismo.
Dos son, creo, los ex presidentes que recientemente han incurrido con más ahínco en ambas formas de la desvergüenza: Vicente Fox y Felipe Calderón. Ambos panistas o ex panistas, ya no sé, los dos gozan de la pensión millonaria y el pago de personal a su servicio no para que, en el mejor de los casos, se retiren a rumiar solos o con sus camarillas el desastre que provocaron en sus respectivos desgobiernos. Con un fervor digno de mejores causas, en lugar de ofrecer conferencias o escribir serenamente sus memorias se han dedicado a participar como orates en la vida pública, y esto deja la impresión de que no llenaron con los sexenios de locura que nos infligieron.
Me detengo sobre todo aquí, por ahora, en las estultas declaraciones del guanajuatense, quien, desbozalado, no cesa de opinar y opinar como si todavía tuviera capital moral. Con lujo de mentecatez, Fox ha encontrado en Twitter un foro idóneo para emitir sandeces en las que el fondo es odio y la forma, mierda. El odio, su odio, ha sido encaminado, ya por tercera vez, a López Obrador, al que no le concede ni el mérito de la perseverancia. Odiar no es raro, y todos o casi todos los ciudadanos albergamos en nuestro fuero íntimo esta lamentable pasión y cuando se presenta la oportunidad no dejamos de externarla. Pero un ex presidente no es un ciudadano cualquiera. Si ya fue desastroso, debería tener al menos el decoro de parecer inteligente, ecuánime, sensato en el retiro. Fox, al contrario, pelea así, con tuits como este en el que “debate” contra Tatiana Clouthier: “Mi querida tatiana que dira tu padre verte sumada a ese equipo d delincuentes.Que verguenza al apellido CLUTHIER,sumandote a un caudillo con CERO principios.Que diran los ciudadanos a quienes nos inspiró y movilizó el MAQUIO. Me  pregunto quien ha perdido la razón?” ¿En esto se gasta la pensión? ¿No le alcanzará para comprar un Tafil y una gramática? Da pena.