El domingo 7 Meade salió con domingo 7: envió un tuit de esos que
seguramente van a pasar a la historia de los tuits políticamente inauditos. Fue
redactado así: “Hay que hablar claro: a México le duele profundamente que
Javier Duarte haya traicionado con corrupción a la población. A los priístas
les duele que él haya lastimado su prestigio”.
Alfonso Reyes —siento pena por citarlo en estas miserias— tiene un texto
maravilloso titulado “El revés de un párrafo”. Allí, el polígrafo regiomontano
analiza minuciosamente un puñado de palabras y permite que veamos sus íntimos
engranes. Gracias a este sencillo experimento advertimos que no hay producto
escrito, por elemental que parezca, ajeno a la complejidad. Para decirlo de
otra manera, debajo de las palabras siempre hay un mundo de sentidos, una
telaraña de connotaciones.
Esto lo podemos ver en el ya citado tuit de Meade. Por ejemplo, que
primero diga “Hay que hablar claro”, como aceptando que antes no lo había hecho.
Luego, el titubeo que implica afirmar primero que “a México le duele” y luego
que “A los priístas les duele”, como si no supiera bien a quién le duele; no sé
a los priístas, pero creo que a los mexicanos en general no les duele, pues no
se sienten traicionados. Se siente traicionado quien deposita confianza en
alguien, y dudo mucho que los mexicanos hayan tenido alguna vez confianza en un
sujeto como Duarte de Ochoa. En todo caso, a los mexicanos no les duele, sino
les irrita. Otro detalle de esa misma frase: Duarte no sólo se pasó de rosca
con corrupción, que por otro lado no sería excepcional. Es casi lo de menos,
asombrosamente, en este caso, pues en su contra hay acusaciones sociales y
periodísticas que lo vinculan al auspicio de crímenes mayores (la muerte de
varios periodistas en Veracruz es apenas el pico de un iceberg abultado de
historias siniestras). Por último, la frase “A los priístas les duele que él
haya lastimado su prestigio” es ambigua debido al posesivo “su”: ¿cuál
prestigio? ¿El del PRI o el de Duarte? Pese a esto, en ninguno de los casos
existía tal prestigio, pero sería mejor si la idea fuera precisa.
En resumen, las frases del precandidato del PRI son, todas, un monumento
a la mugre, pero no son inútiles. En el tuit sobre Duarte hay gran oportunismo:
Meade andaba en Veracruz, el tema era inevitable y resultaba mucho mejor expelerlo
ahora y no a cinco días de las elecciones. Bien pensado.