sábado, agosto 12, 2017

Tribus en Whatsapp




















Siempre sentí atinada la expresión “tribus urbanas” para designar a los grupos configurados azarosamente en las ciudades. En efecto, dentro del espacio colectivo, más si es grande como el del DF, se articulan submuchedumbres identificadas en principio por sus rasgos exteriores: la ropa, el corte de pelo, algún maquillaje o accesorio y demás, y en el interior por sus gustos culturales, sobre todo la música. Así, muchos periodistas y no pocos académicos ubicaron “tribus urbanas”, todas marcadamente distintas, como los punks, los emos, los metaleros, los rastafaris, los darks, los otakus, los skaters y varias más.
Con la llegada de las redes sociales han sido construidos los guetos digitales correspondientes, aunque también, dada la naturaleza de esos espacios, es muy fácil que, por ejemplo en Facebook, uno conviva al mismo tiempo con un darketo que con una grupie de Paquita la del Barrio. En Whatsapp es posible cerrar más las tribus, aunque aún allí es visible la individualidad. Por más tribales que seamos, pues, no deja de aflorar la personalidad de cada participante, de manera que hasta el grupo de “Whats” más ordinario tiene sus fichitas. A continuación, algunos miembros distinguidos de cualquier tribu whatsappera (pueden ser hombres o mujeres):
El Pablocoelho. Sin piedad manda mensajes de autoayuda, estampas que buscan levantar el ánimo del grupo, socorrernos en caso de depresión. Al octavo mensajito del día te motivó tanto que sientes ganas de matarlo.
El Chistín-Chistón. No cesa de enviar memes, gifs, relatos cómicos, videos de tropezones y bromas racistas, clasistas, sexistas y todo lo que termine en “istas” siempre y cuando sea jocoso. Es un Polo Polo de clóset o un Jojojorge Falcón incomprendido.
El Madreteresa. Siempre comparte buenas causas sociales y nos impulsa a cambiar el mundo, a no permanecer indiferentes ante el desastre. Le respondemos con emojis solidarios pero no hacemos nada.
El Volcán. Siempre está en ebullición, manda imágenes sexosas, chicas o chicos (según sea el caso) para alegrar la pupila. Todos se quejan de este calenturiento serial, pero nadie quiere que abandone el grupo.
El Espectador. Además de ser un periódico de Colombia, en Whatsapp es el que nomás pone manitas con el pulgar levantado. Está en el grupo sólo para sentir que es incluido en algo.
El Progreso de México. Es el que a veces es mencionado, pero de hecho no existe. No mete ni las manitas.