domingo, septiembre 27, 2015

El policial: espejo de la realidad












Acaba de terminar la V Cilde (Conferencia Internacional de Literatura Detectivesca en Español) organizada por la Universidad de Texas Tech y la Universidad Nacional Autónoma de México. Su sede fue el salón de actos de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, y tuvo presencia de académicos de Estados Unidos, Bélgica, España, Puerto Rico, Colombia y México. Yo participé otra vez como representante de la Universidad Iberoamericana Torreón.
Exitosa en términos de mercado, la literatura policial, detectivesca y todos sus derivados no lo ha sido tanto en el área de los estudios académicos. Su fama es la de una rama literaria frívola, llena de tics y productora de obras de consumo masivo. En los años recientes, sin embargo, la literatura de este tipo ha ganado simpatizantes en el mundo crítico, lectores y estudiosos que han visto el valor de la creación policial como espejo de las sociedades en las que vivimos. La corrupción, la violencia, la impunidad, el narco, el cinismo político, la ineptitud de las autoridades y otros tantos lastres de nuestra realidad han ingresado a las páginas de la literatura policial que por ello se ha convertido en un espejo de nuestras sociedades. No todo es valioso, por supuesto, pero tampoco todo es despreciable, y lo que ha tratado de hacer la Cilde es poner sobre la mesa de debate académico el rumbo de las letras con olor a pólvora y sangre.
En la Cilde recién concluida tuvimos la suerte de participar tres laguneros. Garardo García Muñoz, quien es maestro universitario en la ciudad de Houston, hizo un largo análisis sobre la novela Círculo de fuego, del escritor cachanilla Gabriel Trujillo Muñoz; Gerardo García destacó el rasgo de la conspiración y la podredumbre judicial en la novela de Trujillo. Por su lado, el joven (todavía venturosamente joven) narrador, periodista y crítico Vicente Alfonso ofreció una conferencia magistral sobre Mark Twain, escritor a quien le ha dedicado ya varios años de estudio. El autor de Partitura para mujer muerta resaltó un flanco poco conocido de Twain: su vertiente como precursor de la literatura detectivesca. Fue, en general, un congreso rico en ponencias, un espacio para reafirmar que no todo lo policial es desdeñable.

Nota. En la foto aparezco junto a Vicente Alfonso, Ricardo Figueras (español, murciano radicado en Ciudad Juárez, Chihuahua) y Gerardo García Muñoz.