miércoles, enero 07, 2015

Punto de ruptura














El precio del crudo mexicano sigue en picada, el precio del dólar va en aumento, la violencia y la impunidad no amenguan pese al puente Guadalupe-Reyes y EPN regalará televisiones. Así el país, el surrealista país. Si al cierre de 2014 vimos turbulencias que amenazaban si no tormenta, sí un cambio en el clima político, tras el paso del periodo vacacional estamos donde mismo, con una sociedad parcialmente indignada, otra adormecida y un gobierno que sigue al pie de la letra el canon del sistema político mexicano: dejar que el tiempo corra, aspaventar con oratoria siempre redentorista y conservar inmóvil todo, todo, salvo las ganancias de unos cuantos.
En esta ocasión el discurso mesiánico (¿por qué Krauze no habla ahora del “mesías choricero”?) lleva como título “7 acciones a favor de la economía familiar”, texto “escrito”, según el portal de la Presidencia de la República, por EPN. A estas alturas, cada mensaje es dos mensajes: una pieza de humor involuntario, por un lado, y una canallada, por el otro. Leerlo con calma, sin aspavientos, sólo con el ánimo de comparar cada palabra con la realidad, es un ejercicio que mueve a risa y llano a la vez, ese llano que parece risa o esa risa que parece llanto cuando somos víctimas de fatalidades ante las que quedamos impotentes.
Miren, dice: “Terminó 2014, un año de contrastes. Tanto lo bueno como lo malo, nos dejaron una lección: México NO puede seguir igual. El país debe seguir cambiando para bien”. ¿Y quién opina lo contrario? ¿Los locos? ¿Los revoltosos enemigos de México? Obviamente, aquí hay una primera insinuación: ellos, EPN y sus secuaces, sólo quieren cambiar “para bien”, y quien no quiera cambiar en esa dirección estará cambiando “para mal”.
“Por eso, 2015 demanda lo mejor de todos nosotros. Este año que comienza, nos exige unidad y generosidad; trabajo en equipo y perseverancia. Es momento de renovar el ánimo; de recobrar la confianza y la esperanza.
En 2015, la mayor prioridad de mi gobierno, es que a las familias mexicanas les vaya bien. Por eso, este año lo estamos iniciando con 7 Acciones en favor de la Economía Familiar”. ¿De veras? ¿Cómo puede irnos bien con el aumento, el uno de enero, al precio de la gasolina? ¿Qué no empezamos mal empezando así?
Luego de echar flores a las reformas que en teoría detendrán los aumentos de siempre, e incluso provocarán decrementos, por ejemplo, a las tarifas eléctricas, el representante del poder económico nacional señaló que “jóvenes mexicanos, de 18 a 30 años, que quieran abrir un negocio o hacer crecer el que ya tienen, recibirán apoyos”.  De ser cierta esta utopía, ¿por qué están incluidos los jóvenes de 18 a 22 años que teóricamente deben estudiar. ¿No sería mejor “apoyarlos” con más escuelas y mejor educación?
Casi al concluir, señala: “Estas 7 acciones representan buenas noticias para la economía familiar y son el inicio de un mejor año para México”, e insisto: ¿cómo puede ser mejor un año para México en un contexto local y global en el que sólo se ven signos de deterioro? Soy, como cualquiera, responsable de una economía familiar, y no recuerdo mejoría desde hace treinta años. ¿Por qué ahora sí la gozaremos?
“Con unidad y ánimo renovado, demostremos la fortaleza y grandeza de los mexicanos”, remata. ¿Por qué si los mexicanos tenemos “fortaleza y grandeza” debemos recibir limosnas? Los discursos, como los sólidos, también se ajustan a las leyes de Hooke: podemos estirarlos y estirarlos, pero no al infinito. Siempre habrá pues un punto de ruptura que en el caso de EPN, por cierto, hace tiempo ya dio de sí.