lunes, enero 02, 2012

Dos visiones contradictorias al año viejo



I
Un mismo cantante, Miki Laure, interpretó un par de canciones que al parecer entra en contradicción. Ambas son pícaras, con un sentido más humorístico y guapachoso que solemne, y se refieren al año recién ido y de alguna forma al que amanece. La primera es “El año viejo”, del colombiano Crescencio Salcedo. Destaca en ella la modestia de los logros obtenidos durante el año muerto:

Me dejo una chiva,
una burra negra,
una yegua blanca,
y una buena suegra.
Ay me dejo una chivita,
una burra muy negrita,
una yegua muy blanquita
y una buena suegra.

Sorprende que entre las preseas aparezca la siempre odiada suegra, pero es claro que el adjetivo (“buena”) no logra desactivar el socarrón insulto agazapado entre los versos del zoológico inventario. Al colocarla junto a los animales ganados durante el año viejo, la suegra queda ubicada, con genial malditez, en el mismo rango. Pese a que Miki Laure la cantó con excelencia, la versión clásica, que aquí recomiendo, es la del también maravilloso Tony Camargo, quien la canta como cubano aunque nació en Guadalajara.

II
La otra canción es “Cada vez que pienso en ti”, del humorista cubano Guillermo Álvarez Guedes. Apenas puedo imaginar la reacción de sus primeros oyentes, pues no repara en gastos a la hora de escupir insolencias escatológicas. Maravilla (o deprime, no sé) cómo de la nostálgica y dolorida evocación del arranque pase, sin decir “¡mierda va!”, a la sarta de desprecios barriobajeros. Tiene una especie de visión pre-posmoderna, una forma nada convencional de maltratar el concepto de romanticismo musical.

Cada vez que pienso en ti
en esta época del año
siempre tengo que admitir
cuanto te extraño.

Y ahora para aumentar
esta desdicha completa
hoy recibí tu tarjeta
ay cuánto me ha hecho llorar.

Cuando veo un arbolito
con sus farolitos
yo no se qué hacer.

Y cuando sirven la cena
en la Noche Buena
no puedo comer.

Y después del quinto ron
para tratar de olvidarte
al fin yo logro arrancarte
de mi pobre corazón.

Y canto así......
me cago en el año viejo,
me cago en el año nuevo,
me cago en el arbolito
y me cago en ti.

La versión que recomiendo es, ésta sí, de Miki Laure.