viernes, septiembre 17, 2010

Feria saltilense



Tal vez para el futuro podría buscarse una especie de ampliación hacia todo Coahuila de la Feria del Libro de Saltillo que por cierto durará hasta el domingo próximo. Comenzó el día 10 y es la tercera que se celebra en el formidable Museo del Desierto. El domingo fui a dar una breve plática sobre microficción a los promotores del programa Salas de Lectura. Fue una experiencia muy grata pese que sólo estuve allí medio día, lo que duró mi presentación y un recorrido por los muchos y bien surtidos pabellones de la Feria.
Al conversar con una de las organizadoras le comenté sin querer que la Feria saltillense ahora sí me había apantallado. Entre broma y broma le anoté que un poquito más y alcanza a ser, calculado esto a ojo de buen cubero, la cuarta parte de la Internacional de Guadalajara, lo que no es poco decir. Ella me respondió que según algunos expertos la FLS ya estaba colocada en el cuarto lugar entre las ferias de su tipo en el país, sólo debajo de la de Guadalajara, la del DF y la de Monterrey. No sé qué tan cierta o falsa sea la afirmación, pero es un hecho que en tres años la FLS ha crecido notablemente, tanto que ya comenzó a contar con un menú de mucho interés y variedad para cada uno de sus días abierta al público.
Como termina el domingo, los laguneros con tiempo y medios para ponerse en la capital de Coahuila todavía pueden darse la vuelta el sábado y/o el domingo. Se gustan de la lectura, sé que se llevarán una sorpresa harto agradable, pues ya están allí representados muchos sellos editoriales de prestigio y no faltan las dinámicas aledañas a la búsqueda de libros, es decir, las presentaciones, las conferencias, las mesas redondas, los conciertos y demás. O sea, un bufet completo, surtido y accesible a un precio razonable para los laguneros, pues no es lo mismo ir a Guadalajara que a Saltillo.
Entre lo que ya ha desfilado en la FLS están las presentaciones de Ofelia Medina (leyendo poesía de Rosario Castellanos), Homero Aridjis, Pedro Salmerón, Silvia Molina, Juan María Alponte, Celia del Palacio, José Luis Trueba Lara, Marianne Toussaint, Eraclio Zepeda, Elba Macías, Édgar Salinas, Julián Herbert, Leonardo Da Jandra, Christopher Domínguez Michael y Carlos Manuel Valdés, entre muchos otros. Como puede apreciarse, los puros nombres dan idea de que la Feria está nutrida de actividades valiosas, tantas que vale la pena invertir en un tour, aunque sea un breve tour, por esos rumbos.
Para el sábado 18 y el domingo 19, insisto que lo digo para los laguneros que puedan emprender el viaje, están programadas las presentaciones de Enrique Serna y su libro La sangre erguida; Eugenio Aguirre con Pecar como Dios manda; Rafael Loret de Mola con 2012: La sucesión; Guadalupe Loaeza con Charlas de café con Porfirio Díaz y J. M. Servín con D.F. confidencial. La web de la Feria (feriadellibrodesaltillo.com.mx) ofrece la cartelera completa con los días, horas y salas de cada actividad.
Dije al principio que la FLS podrá intentar una especie de extensión a otras ciudades de la entidad. Tal vez aprovechar la vuelta de escritores y organizar, en Acuña o Monclova, en Piedras Negras o en Parras, en Sabinas o en Torreón, algunas presentaciones que permitan llevar la feria a quienes no pueden ir hacia ella sobre todo por razones de economía. El caso es pensar que no sólo se consolide gradualmente como una de las más importantes ferias del libro en el país, sino en la única que aspira a ramificarse en toda o casi toda una entidad. Es claro que se trata de la Feria del Libro de Saltillo, pero desde ahora podría pensarse en algo más amplio: en la Feria del Libro de Coahuila, una feria con alcances que ninguna otra ha llegado siquiera a imaginar.