domingo, mayo 02, 2010

En la Feria de Buenos Aires



Ahora sí, ya estoy con certeza en Buenos Aires (ayer dije que estaría, pero era una especulación, pues adelanté la columna mucho antes de viajar y no podía saber si el avión aterrizaría con éxito). El viaje ha sido particularmente cansado no tanto por el viaje en sí, sino por las esperas a las que someten los aeropuertos. Pero ya, estoy en Buenos Aires y ahora mi anfitrión es Fabián Vique, escritor que, entre otras locuras, fundó un sello editorial llamado Macedonia y durante cuatro años dio clases de español en Serbia. Le comento que yo me cagaría de pavor nomás de estar frente a un grupo de estudiantes serbiohablantes, pero bueno, cada quien sus aventuras.
Con dificultades y zozobras de todos colores, me he puesto acá. Luego explicaré, pero adelanto que eso de los miedos no se debe tanto al viaje, por supuesto, sino al sentimiento de incomodidad que trae aparejado un periplo largo con la certeza de que mi ciudad, donde están las mías, no es precisamente un edén en materia de seguridad. En fin, en fin.
Tendré la suerte de participar en, al menos, cuatro actividades vinculadas al quehacer literario. Dos se relacionan con un género que he trabajado más bien de lado, sin el énfasis que merece, creo. Gracias a él, sin embargo, se ha abierto poco a poco una cancha para mí en dos o tres espacios de la Argentina. La razón es simple: a diferencia de lo que ocurre en México o quizá debo decir “en el norte de México” o “en La Laguna”, allá se da ahora una especie de boom microrrelatístico, tanto que en la Feria del Libro de Buenos Aires son organizadas unas Jornadas sobre el tema, y en ellas participaré. Luego también tendré campo para leer en un foro similar, en el Centro Cultural de la Cooperación.
La primera participación será mañana 3 de mayo en Jornada de Microficción en la Sala Julio Cortázar de la Feria. Según su web, “Se realiza por segunda vez esta actividad que difunde el estado actual de este particular género literario. En las últimas dos décadas se ha producido en Latinoamérica y España un boom de la microficción. Argentina y México lideran, por la magnitud explosiva de la producción, la investigación y el interés de los lectores, este singular fenómeno. Sus causas hay que buscarlas en la aptitud de la ficción brevísima para expresar el espíritu de la época. Son textos ambiguos, irónicos, que exigen tan alta participación del lector que podrían considerarse interactivos. Su concisión y brevedad los acerca al lenguaje de las computadoras, pero el cuidadoso trabajo con las palabras, proporciona la satisfacción estética que ofrece la buena literatura”. El propósito de esta jornada es mostrar el estado actual de la microficción en Argentina: todas las generaciones y todos los tipos de microficción que se están escribiendo hoy en el país. Estarán los autores consagrados y también las nuevas voces del género. Los autores participantes son David Lagmanovich, Laura Pollastri, Antonio Cruz, Martín Gardella, Gloria Pampillo, Leandro Hidalgo, Gabriel Jiménez Emán, Miroslav Scheuba, Ana María Mopty, Pablo De Santis, Orlando van Bredam, Laura Nicastro, Rodolfo Ramos Signes y yo. La coordinación general ha corrido a cargo de Raúl Brasca.
La otra actividad de este tipo mandó este microboltín: “La OBB (Orden de la Brillante Brevedad) continúa su ciclo itinerante de prédica de la Microficción. Participan en éste, el segundo encuentro, Alejandro Bentivoglio, Mario Goloboff, Diego Golombek, Jaime Muñoz Vargas y Roberto Perinelli. Habrá lectura de microficciones, carrusel y una breve charla sobre un microtópico literario. Coordinan Sandra Bianchi y Fabián Vique.Fecha: Martes 4 de mayo de 2010. Hora: 19.0. Lugar: Centro Cultural de la Cooperación; Corrientes 1543, Sala Laks. Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
Luego informaré sobre otras actividades y lo que vaya saliendo por acá. Nomás espérenme tantito, que ando todavía apaleado por el zarandeo del recorrido.