sábado, diciembre 27, 2008

Año nuevo en París



Nada supera a París durante las vacaciones de año nuevo. Para pasarla bien, qué mejor que caminar sus calles, visitar sus parques y recorrer sus espléndidos museos, su torre emblemática, el inagotable Louvre. Acá estoy pues, gozando de sus bellos paisajes urbanos, empapándome con su cultura. Cuánto se aprende en París. La verdad, no puede haber cansancio para la mirada, por ejemplo, en un lugar como los Campos Elíseos, que es un jardín del siglo XVII convertido en gran avenida-paseo que conecta la Concorde y el Arco del Triunfo. Es uno de los muchos atractivos turísticos y una de las principales calles comerciales de París. Esta avenida ha sido llamada “la plus belle avenue du monde” (la avenida más hermosa del mundo).
Y qué se puede decir sobre la Avenue Montaige, sede de marcas de lujo como Chanel, Louis Vuitton, Dior y Givenchy. No muy lejos, el Distrito de Commercy, espacio donde es posible encontrar lo mejor de la alta moda y sus grandes marcas, como Hermès y Christian Lecroix.
La zona en torno a la Ópera Garnier es el sitio de la capital con más alta concentración de grandes almacenes y oficinas. Algunos ejemplos son el Printemps y los grandes almacenes Galerías Lafayette. También es la sede de gigantes financieros como el BNP Paribas y American Express.
En Montmartre se encuentra la zona histórica de la Butte, lugar donde se ubica la basílica del Sacré Coeur. Montmartre siempre ha tenido una notable historia artística y tiene una alta cantidad de estudios y cafeterías. Por otra parte, no muy lejos, está Les Halles, que era antiguamente el mercado central de la carne y otros productos del mercado de París. Desde finales de los 70 es un gran centro comercial en torno a una importante estación de conexión de metro (la más grande de Europa). El mercado de Les Halles fue destruido en 1971 y sustituido por el Forum des Halles. El mercado central de París, el mayor mayorista de alimentos en el mundo, fue trasladado a Rungis, en el sur de los suburbios.
Quien tiene el privilegio de estar en París debe darse una vuelta porLe Marais, barrio con negocios y empresas del ámbito legal y bancario. Es considerado el lugar más cosmopolita de Europa. Igualmente, es obligatorio pasar por la Plaza de la Bastilla, uno de los sitios más importantes en la historia de París y de toda Francia, por los importantes sucesos que ahí se dieron y que tanta influencia han ejercido hasta nuestros días. Debido a su valor histórico, la plaza es utilizada a menudo para las manifestaciones políticas.
Quartier Latin es otro punto de inmenso valor histórico; es el barrio estudiantil del siglo XII, que se extiende entre la orilla izquierda de la Place Maubert y el campus de la universidad de La Sorbona. Es conocido por su ambiente animado y por sus muchos bares. Con diversos centros de educación superior, como la École Normale Supérieure y ParisTech, se ha convertido en el gran centro educativo de París, lo que también contribuye a su atmósfera. Montparnasse, para terminar, es un lugar donde se encuentra el Banco de Francia. Zona famosa por los estudios de artistas, la música , la vida bohemia y las cafeterías.
En fin, cuánta hermosura hay en París. Acá estoy pues, gozando en internet de sus bellos paisajes urbanos, empapándome con su cultura gracias a Wikipedia. Al menos así puedo, como poeta modernista encerrado en su latinoamericana torre de marfil, distraerme un poco de mi residencia en Torreón, de las balaceras en La Durangueña y todo eso, todo eso.
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Terminal
En nuestra gustada sección “Neologismos anatómicos”, va: hace algunos días leí una nota en La Opinión sobre el alarmante y generalizado problema del sobrepeso. El texto apuntaba que, según agudas investigaciones, la obesidad tiene sus orígenes en el cerebro. A partir de ese descubrimiento los científicos han modificado un término anatómico: ahora están hablando de la “gordeza cerebral”.