domingo, febrero 03, 2008

Colección de Arteletra



En diciembre de 2006, reunidos en torno de una barbacoa mañanera, Gilberto Prado Galán me transmitió su deseo de editar algo, lo que fuera, para sumarnos al centenario de Torreón. La idea era simple: él y Javier, su hermano, conseguirían los medios económicos y a mí me encargarían echarle el ojo al trabajo editorial. No se trataba de hacer algo suntuoso, sino limpio y propositivo, abrir un espacio más al pensamiento y la creatividad. Quedamos en que Javier, él (Gilberto) y yo buscaríamos autores que nos arrimaran materiales de no más de treinta cuartillas cada uno, y así nos despedimos, con esa idea más o menos bosquejada sobre el yute para emprender el bordado en 2007.
Lamentablemente, durante el año del centenario los tres estuvimos atestados de chamba, con una sobreocupación que dejó en pausa el proyecto editorial cerca de nueve o diez meses. A la altura de septiembre u octubre, no recuerdo, Gilberto estuvo en Torreón, nos vimos a las carreras y reavivamos la idea de continuar el plan pospuesto. Poco después, los textos comenzaron a llegarme vía Yahoo. Los Prado Galán consiguieron siete (incluidos los de su cosecha) y yo dos (incluido uno mío), así que al final tuvimos los recursos (el dinero y los textos) para armar nueve cuadernillos. Los llamo así, cuadernillos, no por apocarlos, sino por el remilgo de no llamarlos libros; pero pueden ser denominados, también, opúsculos (obras en formato pequeño), plaquetas o, como ahora me gusta clasificarlos dado que son partículas de un todo: volumettos, en este caso de la Colección 101 Años.
El cierre del 2007 fue todavía más pesado que los meses anteriores, así que en diciembre optamos por aprovechar el asueto de febrero 2008 (éste en el que hoy estamos viviendo) para que ellos viajaran de la capital y presentáramos en La Laguna el resultado de nuestro discreto empeño editorial. Los acompañan varios de los autores integrados al primer contingente de volumettos. La lista de los títulos, los autores y las temáticas son los siguientes, numerados del 1 al 9: Sueños diurnos (2006-2007), de Javier Prado Galán, es una compilación de algunos de los artículos socioantropológicos que ha publicado en El Universal del DF. Dialéctica del caos, de Gilberto, reúne cinco trabajos de crítica literaria que antes fueron publicadas en su columna de Fahrenheit, revista capitalina. La crátera del orbe, de Joseba Buj (español, el único autor extranjero de este lote), es un poemario donde resaltan el amor y su envés, la desolación. Homeomatrix: principios básicos que rigen la medicina homeopática, de Mauricio Serratos Pedraza, hace un recorrido histórico sobre el significado de esta alternativa sanatoria. Caballos de fuerza, de Rodrigo Márquez Tizano, es un libro con cinco cuentos frescos, con personajes que fluctúan entre la desdicha y el cinismo. John Locke, los límites de la razón y el golf, de Joaquín Carlos Moya Cussi, analiza algunos postulados del filósofo inglés y los vincula con los secretos del deporte susodicho. Una costilla de la noche, de Daniel Lomas, es un poemario que deambula entre espinas, entre el dolor y el asedio a la esperanza. El centelleo del Erignis. Reflexiones sobre el espacio y el tiempo en la era de la información (a la luz de la filosofía de Xavier Zubiri), de Miguel Ángel Sánchez Carrión, piensa sobre el influyente filósofo español. Por último, Monterrosaurio, librito que escribí en 2002, es un juguete diseñado para sonreír con una ramificación del cuento brevísimo más famoso de la literatura.
La tanda de nueve, en resumen, ofrece una mesa-bufet: hay periodismo crítico, hay poesía, hay filosofía, hay narrativa y otros temas. Publicamos aquí cinco laguneros, tres deefeños y un español, y con esto reemprendemos el trabajo difusor que comenzó Arteletra con su revista y que ahora toma nuevas rutas editoriales. Y un plus: las hermosas viñetas que ilustran cada portada son de José Valdez Perezgasga, a quien agradezco. Espero pues a mis lectores (así sean asombrosamente escasos) en el Museo Regional de La Laguna este 5 de febrero a las 8 pm. Habrá vino y canapés (cuya receta nunca revelaré, pues me quedaron de rechupete). Mi gratitud, a todo esto, para Ana Sofía García Camil, directora del Museo, por la apertura de tan bello espacio. Y gracias a Gil y a Javier por seguir aquí, en La Laguna, su Laguna.