miércoles, agosto 08, 2007

Relámpago de Saúl



La esperamos muchos años, pero ya convive con nosotros. Se trata de la primera novela de Saúl Rosales Carrillo, el principal maestro de literatura que ha tenido La Laguna y, sin duda, uno de nuestros escritores más representativos. Si con Vuelo imprevisto, Autorretrato con Rulfo y Memoria del plomo había legado ya una obra narrativa de sólidas hechuras, con Iniciación en el relámpago demuestra que La Laguna también puede producir novelas de largo aliento, espléndidamente escritas y, sobre todo, humanas, humanísimas, comprometidas con el bien y la belleza en preciso equilibrio.
Adiestrada su pluma en todos los afanes vinculados al oficio de escribir, en Iniciación… encontramos particularmente un homenaje a la máquina que fue decisiva en la formación de Rosales Carrillo: el linotipo, instrumento decisivo como catalizador de su protovocación por las letras y como vehículo por medio del cual vislumbró su muy temprana conciencia de trabajador asalariado.
No creo que merezca poco elogio la Universidad Juárez del Estado de Durango por haber publicado esta poderosa novela. Como el ámbito en el que se mueven sus personajes es el de Torreón, quizá lo ideal hubiera sido que el auspicio a esta obra correspondiera a alguna instancia de la ciudad casi centenaria, pero es curioso ver que muchos frutos del trabajo literario local no encuentren eco suficiente e inmediato y tienen que tocar puertas en instituciones fuereñas. Lo bueno es que la UJED, y particularmente su responsable editorial, el señor Gabino Martínez, percibió la calidad de esta obra y sin dilación procedió a imprimirla. Desde Torreón, entonces, vaya una felicitación al rector Rubén Calderón Luján, y ojalá que la universidad que él encabeza siga atenta al trabajo (abundante y diverso) de los escritores laguneros.
Gracias a eso, entonces, Iniciación… podrá ser presentada la noche de hoy en el Teatro Isauro Martínez. Compartiremos mesa con Saúl el también escritor Vicente Alfonso (reciente premio nacional de novela) y yo. Puedo anticipar, por ello, que será una noche grata, una forma harto placentera de comenzar el semestre. Cómo no, si es, a mi parecer, un libro que con toda intención recoge, más allá de la trama, el aroma (físico y espiritual) de nuestra región, de suerte que es un producto artístico doblemente disfrutable para quienes hemos nacido aquí y nos podemos reconocer en cada frase de los personajes, en cada pincelada descriptiva del narrador, en las palabras que nos atraviesan y reconocemos como propias al primer vistazo.
Novela valiosa, Iniciación... reitera que en La Laguna se hace notable literatura, y mucho de ello se lo debemos a Saúl.